Experiencia escolar Carla
La
escolaridad. Cuando escucho el concepto lo primero que se me viene a la mente
es todo lo relacionado con el colegio; útiles, profesores, compañeres,
recuerdos etc. No obstante, la escolaridad tiene un significado más allá, ya
que es el tiempo en el que las personas asisten a un establecimiento
educacional para aprender y formarse. En el presente ensayo, haré una breve
reflexión en cuanto a mí período escolar, donde aprendí una gran cantidad de
valores y conocimientos que formaron lo que soy en la actualidad.
Mi
escolaridad fue regular, ya que sólo estuve en dos colegios durante todo mi
período de básica y media. En el primero, colegio municipal, estudié desde
pre-kinder hasta octavo básico. A decir verdad, dentro de lo que más me gustó
en mi enseñanza básica no tiene relación con lo académico, sino más bien con el
ámbito emocional y social. Desde una edad temprana fui haciéndome consciente de
que no todes teníamos los mismos recursos, algunes compañeres no tenían para
comer más de una vez al día, ni tampoco para vestirse, y con el paso del
tiempo, mi consciencia fue aumentando cuando ayudaba a mi abuelo a fotocopiar
libros originales y venderlos más baratos dentro del colegio. De forma
paulatina, fui comprendiendo la importancia de que todes tuvieran los mismos
derechos, ya sea a la hora de educarse, como también en otros ámbitos. Dentro
de la vida de cada une había una carencia, tanto emocional como social,
económica e intelectual, y lo peor de todo, es que unes lo sufrían mucho más
que otres.
Dentro
del colegio aprendí a ser empática con mis compañeres y comprender la
importancia del trabajo cooperativo, fuese dentro del aula, en las clases o en
las actividades, como también fuera, al momento de que cualquier compañere
tuviese un problema. El ambiente grato y empático generaba que mi rendimiento
académico fuese más eficiente y con buenos resultados. No obstante, pese a que
mi rendimiento era bueno, no era lo mismo estudiar en un colegio municipal que
en un colegio subvencionado. Por lo que, al momento de llegar a mi liceo de
enseñanza media, pude vivir y sentir de forma más drástica la realidad del
sistema educativo actual.
Mi
enseñanza media fue un caos; en un principio, no estaba al mismo nivel
académico de mis compañeres, por lo que me costó un largo tiempo adaptarme y
llegar a la par que elles. No obstante, cuando agarré ritmo, con la ayuda de
mis profesores humanistas pude aprender una gran cantidad de contenido
académico en cuanto a las humanidades, a ser más responsable y lograr lo que me
ponía en meta. Sin embargo, mi colegio era estricto y exigente, le tomaba una
gran importancia a la apariencia y a la excelencia académica. Estudiar en el
Colegio San Agustín de Atacama implicaba tener recursos, un buen rendimiento y
además tener buena conducta. Lo que más me generó rechazo, fue que lo
anteriormente mencionado era impartido mediante la violencia institucional
dentro del establecimiento. La dirección perteneciente al colegio
constantemente vigilaba, perseguía y amenazaba a les estudiantes, y si bien se
generaba un consenso en cuanto a lo estricto que podía llegar a ser, la mayoría
de les estudiantes tenía una gran cantidad de privilegios, y lamentablemente, como
impulsaban una educación competitiva y meritocrática, mis compañeres no le
tomaron una mayor importancia, ya que no les afectaba tanto como a la minoría, donde
pertenecía yo.
Como
mencioné anteriormente, lo que fue facilitando mi aprendizaje fue la constante
ayuda de mis profesores, ya que comprendían que no tenía una buena base
académica como mis demás compañeres. No obstante, tuve una mayor dificultad a
la hora de obtener buenos resultados en el resto de asignaturas. Mi realidad
era diferente a la de mis compañeres, tuve una enorme cantidad de problemas
emocionales, sociales y económicos fuera del aula, lo que provocaba un
obstáculo a la hora de concentrarme en los estudios, y me generaba una mayor
presión al estar en un establecimiento que no le tomara importancia a esos
factores.
A
modo de reflexión, siento que cada colegio me entregó o me dio a conocer diferentes
realidades. Mientras que en la básica me hice consciente y fui aprendiendo a
empatizar con las personas, creciendo en el ámbito emocional y social, en el
otro establecimiento pude sentir la opresión, la discriminación y la
competitividad entre mis pares, generado por las autoridades del liceo. No
obstante, de una u otra forma pude aprender una mayor cantidad de contenido
académico, y comprender la importancia de educarse y lograr los objetivos que
una quiere para su vida.
Si
bien tuve el privilegio de tener finalmente una buena base académica y hacerme
consciente de lo discriminador que puede llegar a ser el sistema educativo
actual, gran parte de la población no lo está, o no tiene los recursos para
poder educarse. El sistema educacional en Chile genera una educación que se
basa en obtener un mayor cantidad de estudios de acuerdo a los recursos
económicos con los que se cuenta, fomentando una sociedad segregadora,
discriminatoria y carente de conocimientos.
Comentarios
Publicar un comentario